Exposiciones · A Coruña 2023
Sala de Exposiciones
Palacio Municipal de A Coruña
Del 22 de septiembre al
22 de octubre de 2023
Organiza
Ayuntamiento de A Coruña
Colaboran
- Fundación Luis Seoane
- Grupo de Investigación
en Historia de la Arquitectura
de la Universidade da Coruña
Comisario
Antonio S. Río Vázquez
Selección obra pictórica
Pedro Vasco Conde
Fotografías obra pictórica
Stéphane Lutier
Fotografías archivo arquitectura
Juan Rodríguez
Coordinación grupo de investigación
José Ramón Alonso Pereira
Apoyo bibliográfico
Biblioteca de la Escuela Técnica
Superior de Arquitecturade
la Universidade da Coruña
Diseño
Dolores Salvadores
Rotulación e impresión digital
Vifer y De Diego
Foto: Héctor Santos-Díez
Foto: Héctor Santos-Díez
Foto: Héctor Santos-Díez
Foto: Héctor Santos-Díez
Preséntanse reunidas a obra arquitectónica e a obra pictórica de Antonio Tenreiro Brochón e faise nun momento especial: no ano do seu centenario. Faise tamén nun lugar especial: no corazón da súa cidade: a cidade que pintou e a cidade para a que proxectou varias das súas arquitecturas.
Antonio Tenreiro foi arquitecto e pintor. Pintor e arquitecto. E esta exposición quere reunir esas dúas facetas profesionais e poñelas en relación, en diálogo. A arquitectura recóllese a través dos catro prismas que ocupan, como volumes construídos, a sala. Neles figuran oito temas que caracterizan a súa arquitectura: a tradición familiar, os anos de formación, o Instituto Laboral de Betanzos, os poboados para Fenosa, as casas sobre o mar, a integración das artes, os equipamentos e industrias urbanas e a relación coa pintura. Estes temas permiten establecer un percorrido vital, pero tamén organizan o espazo en rúas, paseamos por elas descubrindo as arquitecturas ausentes, recreadas mediante planos, debuxos, fotografías ou recortes de revistas.
Polo contrario, a pintura sitúase nas paredes. Toca directamente a arquitectura da sala e, ó mesmo tempo, son ocos que se abren mostrando a cidade. Unha mirada que nos traslada a varios lugares da Coruña: O Orzán, Santa Margarita, a Cidade Xardín, a rúa da Estrela, o Porto… ofrecendo outro percorrido onde nos acompañan os textos elaborados por Pedro Vasco, o mellor coñecedor da súa obra pictórica.
Reunida a obra arquitectónica e a obra pictórica, a montaxe invita a trazar conexións, a cruzar as miradas. A descubrir o que hai de arquitectura na pintura e de pintura na arquitectura. A entender a cidade baixo esas dúas miradas que, no autor, son a mesma mirada.
Antonio S. Rio Vázquez / Comisario
LA MIRADA DE LA CIUDAD
Este año la Semana de la Arquitectura se dedica a un arquitecto, se revisa su obra y se pone en conocimiento una muestra muy importante de sus obras arquitectónicas. Pero también se realiza una muestra de su otra pasión: la pintura.
No podía faltar una muestra de su personalidad de artista y, por ello, el tema de esta exposición no podía ser otro que el paisaje urbano de su ciudad, poniendo de relevancia retratos de grandes momentos de su vida. Bajo esta temática se puede apreciar, con mayor claridad, el vínculo y la unión de sus pasiones; la pintura y la arquitectura. Y como se unen la mirada del artista y la mano del arquitecto.
Su ciudad es uno de los ejes principales de sus creaciones y el escenario de un relato personal donde el guion y las imágenes son una parte de sus vivencias.
Esta exposición pretende ser un retablo compuesto de escenas de su vida y un poemario cinematográfico de sensaciones e inspiraciones.
Para el espectador, es una propuesta de un viaje en el tiempo y en la historia de su ciudad, donde el tiempo pasado se hace presente.
Su relación con su ciudad fue algo especial y emocional que se transformó en un diálogo íntimo y poético. Comenzó siendo una relación entre el pintor y la modelo, para convertirse en un espejo de sentimientos y en un reflejo de su inspiración.
Se podría afirmar que su pintura siempre representó el retrato de su cotidianeidad y el entramado de su existencia, y esta exposición es un claro ejemplo.
Antonio Tenreiro, tenía el meditar del que camina sin prisas y del que goza del instante y de la vida. Y esto es la base, la aptitud, para que pueda mirar, observar y encontrar arte en su entorno.
En esta muestra se puede ver como interviene y dialoga con esos lugares que le inspiraban, como plasmaba su trascendencia y también la intemporalidad de esos momentos, llenos de paseos que calmaban su espíritu y sanaban su alma.
Vivió buena parte de su vida viajando y conoció otras ciudades, otros lugares, pero siempre emprendió el eterno viaje de vuelta y entendió, sintió y saboreó, la fuerza positiva del regreso, de la vuelta a casa y al hogar.
En su ciudad aprendió a mirar, a contemplar y a ver con los ojos del poeta, con el alma de artista y a definir con la mano del arquitecto.
Él decía que A Coruña era como un barco, que navegaba por el mar.
Sin duda, se enamoró de una ciudad esculpida por el horizonte infinito de su mar, por los amaneceres y por las puestas de sol, por sus cielos azules y grises, por el viento, por la lluvia y por sus borrascas... Por esa Torre de Hércules, que casi siempre está presente en su horizonte, esa forma identitaria, ese símbolo de la arquitectura atemporal que se convierte en bandera, que nos habla de leyendas, que nos trasmite la sensación de refugio como a barcos en la tormenta.
Esa Torre de Hércules, que nos habla de vientos de libertad y que nos trae el susurro de la historia para hacerla presente. Ese monumento vivo que esculpe el espíritu del habitante de la ciudad y que fortalece la imaginación del caminante, que se refugia bajo su larga sombra de su haz de luz en las largas noches de penumbras y tinieblas.
Sobre su pintura... Algunos de los aspectos más reseñables que nos acercan a sus obras y a esta exposición. Su mirada de artista y su instinto plástico.
Su arte se traduce y se puede definir como un acto, una acción que parte o se genera desde la inspiración, el sentimiento y la emoción y nace y se refugia en la expresividad del color.
El Color es el espejo y la esencia de su alma y una respuesta del sentimiento y la base de su pintura. Podía sentir el color y la luz y hacerlo y definirlo como un susurro poético. Una nueva manera de representar el misticismo plástico.
La luz esculpe su obra, la construye, materializa y transporta su poesía y misticismo existencialista.
El tono es la definición, es el susurro, la medida de "la media voz". La atracción por el gris, por los grises, es la fuente y el origen del misterio, de lo oculto. Entendió que vivía envuelto en la atmosfera del gris y la abrazó apasionadamente. Todo lo que percibía estaba filtrado por su tonalidad. La estaciones del año que más le gustaban eran el otoño y el invierno; las estaciones del año donde el gris es el rey.
El gris gallego del Atlántico, además de ser una fuente de inspiración, le enseñó su propia expresión y la vida que llevaba dentro. También le enseñó y mostró ese universo de sombras sutiles casi inexistentes que acaban por habitar en la mente del que las percibe, sombras imperceptibles que plantean un mundo lleno de posibilidades, de preguntas, de magia y misterio. Sin duda, es el artista que más profundizo y que más matices descubrió y pintó.
Y así nos muestra el gris elegante, vivo, expresivo, misterioso, deslumbrante, poderoso, fuerte, vital e identitario. Sin duda, el gris es una parte esencial y primordial en su obra y el tono de su definición plástica.
En sus obras, el impacto visual reside en la atmósfera de sus obras y de su poesía. Sus obras son poemas de luz que golpean e impactan la mente y los sentidos del espectador.
La "media voz" es la representación del tono conceptual de sus obras, el germen y el origen de la expresividad, de su fuerza y el camino a su filosofía y a la narración interna de sus obras. Es el modo y el volumen sobre el que representa sus escenas. Es lo trascendental, la simiente y el origen, la columna vertebral del sentido y del sentimiento de su obra.
Es el Instinto del artista que buscaba definir desde el susurro y que se aleja del grito y la estridencia. La media voz representa la unión de la poesía con la estética y la mística, del silencio, de la contemplación y de la introspección. Es la representación y el latir de "il tempo".
La pintura, para él, era algo instintivo; esa naturaleza salvaje y auténtica que refleja su parte interna y vital. Es lo que le hacía pintar la realidad de las cosas y es donde nos muestra el sentir y el percibir de la mirada del poeta y del creador.
Dentro de la interpretación del arte urbano surge el cambio de perspectiva; como una mirada en la que busca modificar la idea formal de primer plano y se acerca al horizonte, haciendo que el cielo tenga un plano más predominante. La perspectiva hace de composición y guion, definiendo el tiempo y movimiento de la obra, de forma que acaba siendo en una nueva herramienta para sus obras.
El seudo cubismo urbano surge de la evolución y de la secuenciación de los planos en sus obras. Es una etapa muy importante en su obra, junto a la Época Negra. Ésta consiste en introducir la perspectiva en la ecuación y unirla a la secuenciación de los planos. Todo ello se convirtió en un elemento diferenciador y dominador en la obra. Esta etapa le llevará a entender y darle otra lectura a su visión del arte y al resto de sus obras. Un ejemplo es la obra Tejados de la Avenida de Finisterre.
El gusto por pintar vistas y perspectivas aéreas, tiene mucho que ver con su intención de pintar su entorno y con la evolución de su arte. Llevándolo al factor humano, tiene que ver con el aprovechamiento del tiempo de descanso en su taller de arquitectura, situado en lo alto del Banco Pastor y con el hecho de pintar para relajarse y para alejarse del tablero; para buscar y encontrarse con ese otro estado ánimo que conectaba con su yo creativo. Así surgen una gran cantidad de obras, desde el despacho que tenía junto a su padre en el Banco Pastor, entre ellas, por ejemplo, Vista del Puerto y de la bahía...
También pintaba desde su casa frente a Ciudad Jardín, un piso que quedaba en alto, de nuevo, por ejemplo, Tejados de las Casas de Ciudad Jardín, La bahía del Orzan y Riazor y la Torre de Hércules.
Desde su otra casa, desde la terraza de la Calle Vista Alegre Tejados de las Casas de la Avenida Finisterre. También retrató otras ciudades desde las habitaciones de los hoteles que visitó como Oporto, Paris y otras ciudades nórdicas...
Empezó a gustarle pintar desde los interiores. Gracias a ello no padecía el mal tiempo, estaba más tranquilo y podía reposar la obra y encontrar una gran cantidad de matices en lo que retrataba. Incluso tenía la posibilidad de dejar la obra pendiente de un día para otro, para buscar esa luz con la que esculpir su pintura.
En un plano más artístico, con la definición desde una plano aéreo podía desconceptualizar formas, luz, reinterpretar el horizonte y el cielo. Al situarse ante una nueva manera de ver el paisaje, cambiaban las sensaciones y la inspiración. Al ver desde lo alto, se abría a mostrar una cartografía diferente y cambiante. Esta nueva manera de mirar, fue otro lugar de encuentro con la mano del arquitecto.
Subir el plano le lleva a ampliar la escena y hacer que el movimiento en la obra tenga un mayor protagonismo. Hace que los planos adquieran más espacio y volumen. También se modifica la acción en la obra, ya que pasa de ser desde adentro hacia afuera. Su técnica le proporciona más seguridad con lo que quiere captar, provoca que no se ponga límites y que logre unas obras llenas de soltura y naturalidad.
En el capítulo de la expresividad y de su contenido poético e íntimo tiene más posibilidades y las interpreta con una total libertad y espiritualidad, haciendo incluso que su relato sea más narrativo.
COLOFON... El paisaje urbano, en concreto el de A Coruña, es la creación de un nuevo posicionamiento estético. Se percibe una identificación diferente respecto al resto. En este caso, se nos muestra más cercano, tierno y con un aire neorromántico. Quizás sea la respuesta a ver su ciudad con una mirada llena de un espíritu ecologista patrimonial.
Como arquitecto, es conocedor y consciente de que todas las ciudades tienen un movimiento urbanístico en el tiempo en el que una parte de la ciudad devora a la otra; donde lo humilde, lo alejado, suburbial, lo popular... acaban pereciendo por el crecimiento de la ciudad, por la voraz especulación y el juego de nuevas propuestas estéticas... Esto se multiplica cuando estamos hablando casi de una isla.
De ahí que muchas de la imágenes y lugares que nos muestra, los haya captado con la idea de protegerlos; con la vana intención de que no desapareciesen nunca y dejar constancia de su efímera existencia. Constituiría una manera de luchar para protegerlos de esa hecatombe patrimonial y, para ello, los eleva a la categoría de arte, los sacraliza estéticamente para que lleguen a la gente, a las salas de exposiciones, a los museos y para que se pueda reflexionar sobre su desaparición y exigir su protección y cuidado.
No cabe duda de que, como artista, es un ecologista patrimonial; un artista con un espíritu rebelde y transgresor, que se sitúa como un testigo privilegiado de un tiempo pasado y crítico con el futuro.
Pero lo cierto es que esta pequeña selección de obras representativas es una mirada en el tiempo, donde un espacio se transforman en el alma de un sentimiento. Y desde donde el artista se muestra más libre y apasionado.
Es una exposición que acabará haciendo historia de A Coruña. En el año de su centenario, un recuerdo y reconocimiento para un artista e intelectual que supo unir y poner en valor el arte y la arquitectura.
Pedro Vasco Conde
Presidente de los Amigos del Museo de Belas Artes da Coruña
Comisario de Exposiciones y Gestor Cultural