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Antonio Tenreiro · Regreso a Coruña

Mi padre me reclamaba y dejo Madrid para venir a La Coruña de arquitecto recien estrenado, pero sin dejar de mirar la vida con ojos de pintor.

 

Por Barcelona comenzaban a entrar en España (no aquí) las nuevas tendencias "Domus" y la nueva arquitectura italiana "Post fascista", así como señales lejanas del nuevo diseño escandinavo y en los años 50 colaboro en algún proyecto con mi amigo Ramón Vázquez que pasó fugazmente por aquí, terminada su beca de Roma y empezaba también a hacer "la guerra por su cuenta", aunque desgraciadamente para La Coruña pronto regresaría a Madrid para seguir la carrera admirable que todos conocemos.

 

Por mi parte sigo intentando hacer de revulsivo contra la rutina imperante y sin duda ayudado por el buen nombre de mi padre como arquitecto en esta plaza. Comencé con pequeños encargos de locales comerciales de moda, entre ellos "Boite Marux" que causó sensación y escándalo, hasta llegar al Instituo Laboral de Betanzos y viviendas para amigos, sin contar una mansión en Estoril y culminando con la casa de Labra de Gandarío del año 57 que mereció una mención honorífica internacional en la revista de Consturcción del Benelux "Bown".

 

En los años 60 paso por París con frecuencia y después hago varios "Stages" de estudio-trabajo en Finlandia y Suecia, me interesa mucho la obra de Aalto recién desaparecido y conozco a Helge Railo, a Hansson y más tarde trabajo en el taller de Roos en Malmö.

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